Nazca Club (Madrid), 21 de abril de 2017
Tras acudir a la Rueda de Prensa en la que Dünedain presentaron su último trabajo en Madrid, Pandemonium (2016), aprovecharon para anunciar una serie de conciertos que incluirían en la gira promocional. En ella, uno de los detalles que sus miembros destacaron fue el hecho de que después de 15 años de carrera profesional, la banda había conseguido llegar al punto en el que por fin poder vivir plenamente de la actividad musical, algo que, como de todos es sabido, es extremadamente difícil en nuestro país. Después de años y años de constancia y de lucha, así como de conexión con el público, se han consolidado en una de las grandes referencias del panorama nacional, siendo un ejemplo para aquellos que están iniciando sus andaduras en el mundillo, como el caso de los encargados de telonear a los de Ávila en la capital, los madrileños Dunkelmind.
Ha sido una temporada larga de cambios para los chicos de Madrigal de las Altas Torres: nuevo miembro vocalista, nuevo disco de estudio... Los fans se hallaban en la incertidumbre de si seguirían siendo fieles al estilo que antaño les caracterizó y les abrió un hueco en el sector metalero español. El 21 de abril fue la fecha anunciada para que los fans de Madrid pudieran comprobarlo por sí mismos. Nazca Club fue la ubicación escogida, tras la polémica servida por parte de la mítica sala Lemon (donde iba a celebrarse inicialmente y convertida en un club de fumadores, limitando la entrada a menores de edad), aunque por suerte ambas salas emplazadas muy próximas la una de la otra en la zona de Bernabéu, sin ocasionar mayores molestias en cuanto al desplazamiento.
Tras la apertura de puertas, cerca de 30 minutos después de la hora prevista por la organización en los distintos eventos anunciados en sus respectivas redes sociales, los fans más ávidos comenzaban a lograr hacerse un sitio en las primeras filas, mientras que el resto iba entrando de manera muy escalonada. Este retraso hizo que la actuación de Dunkelmind no tuviera lugar hasta las 20:40, aproximadamente. Durante una hora, los de Madrid —uniformados de negro en su totalidad— comandados por el batería Javier Paredes, mostraron un despliegue con mucha clase de metal sinfónico progresivo, muy en la línea de bandas como Symphony X. El line up lo completaban Eduardo Vázquez a las voces, Alicia Martín al teclado, Andrés López a la guitarra, y Raúl Villameytide al bajo, quien llegó meses atrás después de la salida del anterior bajista, Alberto Pinto (quien se vio obligado a abandonar la formación por motivos laborales).
En activo desde el año 2011, la banda se disponía a representar su primer trabajo de estudio, titulado Memory (2013), así como otros en los que han estado trabajando los últimos meses. La velada comenzaría con la épica intro "Hic Sunt Dracones", seguida por "The Shadow of the Dragon", en donde confluían influencias que iban desde el power metal hasta el progresivo. Eduardo ejercía como frontman animando al público en los pasajes más pegadizos, además de hacer gala de un registro vocal muy melódico. Fue el más comunicativo del grupo: el resto se hallaban concentrados en sus correspondientes pasajes instrumentales, nada fáciles de ejecutar. De hecho, Andrés se enfrentaba a sus complicados riffs y virtuosos solos con una técnica y exactitud muy petrucciana, su saber hacer estaba muy en la línea de la escuela del guitarrista estadounidense, por no hablar de lo compacta que sonaba toda la sección rítmica en general pese a los constantes cambios (y, todo sea dicho, la falta de claridad del sonido de la propia sala).
Las influencias del rock melódico llegarían con "Something to Die For", con virtuoso solo de teclado de Alicia incluido. Después vendrían "Life" o "A Memory of You", mientras se proyectaban imágenes de este Memory (2013) ilustrando la temática de las canciones. Un punto a favor para ellos, ya que cuidar el aspecto visual siempre es un plus escénico. Justo después el ritmo amainaría con la balada "Fly", donde la voz de Eduardo y las líneas de piano de Alicia se vuelven especialmente protagonistas al desprender gran emocionalidad.
El tono volvería a subir con "The Pact", donde Alicia aportó su voz para los coros, seguida de "Redemption". Cerrarían su actuación con la progresiva, a la par que contundente, "Kingdom Lost", uno de los primeros temas que publicaron en sus inicios en forma de vídeo fotográfico y que sintetiza todas las características que los describe: riffs dreamtheaterianos, complejos cambios de ritmo e intensidad in crescendo. Si bien presentaban notables diferencias respecto a los cabezas de cartel que estaban por llegar, no cabe duda de que acabábamos de presenciar el trabajo de una formación que se toma muy en serio lo que hace y que merece la pena seguir sus andanzas en el futuro.
Setlist Dunkelmind:
0. Hic Sunt Dracones (intro) / 01. The Shadow of the Dragon / 02. Something to Die For / 03. Life / 04. A Memory of You / 05. Fly / 06. The Pact / 07. Redemption / 08. Kingdom Lost
Hacia las 21:55 empieza a sonar por los altavoces "Eón", la bombástica intro de Pandemonium (2016), el último y aclamadísimo trabajo de Dünedain, al que la formación abulense iba a dar su correspondiente repaso. Al finalizar ésta, entraron en escena Miguel Arias a la batería, Tony Delgado y Mariano Sánchez a las guitarras, y Alberto Rebus —guitarrista de Iron What?, tributo a Iron Maiden— al bajo, en sustitución de Izko Nudo debido a una lesión de muñeca. Como no podía ser de otra forma, el primer tema en sonar sería el primer single del nuevo álbum, la hímnica "Legado", en cuyos primeros acordes tuvo lugar la enérgica entrada del cantante Carlos Sanz, quien hacía gala de una teatralidad y puesta en escena muy cercanas a las de la "escuela" de frontmen míticos como Bruce Dickinson. En el aspecto vocal, Carlos no mostraba inconveniente en afrontar los temas de Tony, incluso añadiendo registros más agudos, típicos de corrientes como la de Leo Jiménez. La siguiente en sonar sería "Bola de Cristal", muy de la línea de la anterior seguida de la intensa "Vuela", ambas de Pandemonium (2016).
La primera referencia al pasado de la banda fue la enorme "Fiel a mi Libertad", original de la segunda entrega de Buscando el Norte (2009), que estilísticamente podría encajar en cualquiera de los últimos trabajos de Avantasia y que fue recibida con muchísima ilusión. La sala cantaba al unísono su letra de corte motivacional que continuaba, en este caso, mezclando elementos procedentes de la fantasía —Dünedain no sería lo mismo sin ese tipo de letras— con "Noche de Sueños", primera referencia a su obra Mágica (2012), otro pegadizo estribillo en el que los coros de Tony hacían recordar la etapa más añorada por el público, sin desmerecer a la actual. Carlos fue ejerciendo como vocalista principal a medida que avanzaba el concierto, mientras que Tony asumió más ese rol hacia la primera mitad.
El ritmo del cambia radicalmente con la cálida intro de "Hechizo", una de las más interesantes del último disco. Lo que parece una power ballad se termina convirtiendo en una explosión del mejor power metal, con partes reservadas al bajo y a la batería exclusivamente. El doble pedal de Miguel se fundía con el potente bajo de Alberto, quien no paró quieto y cuya técnica no tiene nada que envidiar a la de Izko. Encontraron un enorme sustituto eventual, cuyo instrumento se podía escuchar con esa claridad metálica que caracteriza a los grandes bajistas. Continúan su presentación con la nueva e inquietante "Confía en el Amanecer", iniciada con un sample de teclado y que posee un regusto a la colosal "The End of This Chapter", de los fineses Sonata Arctica. Carlos y Tony se compenetran como tándem vocal perfecto, cada uno dentro de su respectivo registro. El concierto va recobrando el ritmo inicial con la ya mítica "1000 Golpes", canción intensa, casi marcial, que desató la respuesta recíproca del público.
"Melancolía" recobraría el tono power metalero con su toque rápido donde los haya —probablemente el más speedico de la noche— para el que contarían con la colaboración de un invitado de lujo: el carismático Jorge Berceo, vocalista de los riojanos Zenobia, cuya presencia fue revelada durante la Rueda de Prensa. Su colaboración reforzó la hermandad que existe entre ambas formaciones, algo de sobra conocido pero que saca la sonrisa a cualquiera que lo presencia en directo. Después sonaría "La Rosa Negra", de Buscando el Norte II (2009), iniciada con la característica intro de batería de Miguel y las posteriores armonías de Tony y Mariano. Continúa la presentación como tal de Pandemonium (2016) con la rockera "Vivir en Pecado", seguida del clasicazo "Una Razón", que recibió una respuesta impresionante de coros y cerrando el bloque con el himno power metalero "Mi Alma Sigue en Pie", ambas de Buscando el Norte (2009).
Los miembros de Dünedain se retiran el tiempo prudencial para rematar con los bises: retomarían la actuación con la melódica "Tu Sueño", de Pandemonium (2016), tema que inicia con una bonita línea de violín basada en la melodía de su estribillo. ¿Quedaba algo más con lo que dejarse la voz? La respuesta es sí: el segundo bis sería "Por los Siglos de los Siglos", la única referencia de la noche a Luz en mi Oscuridad (2007), y para la que contarían de invitado con el cantante Álvaro Karvac, de la banda alicantina de power metal Edhellen, también viejos amigos. Se acercaba el final que todos los presentes estaban deseando: el punteo de Tony indicaba la llegada de la épica "Corazón de Invierno", imprescindible de su gran Mágica (2012), probablemente la canción que mejor describe todo lo que caracteriza a Dünedain a nivel global. Si bien la sala no gozaba de la nitidez de sonido deseada, ésta fue suplida por el saber hacer de estos grandes músicos que hicieron ver cómo existen bandas que en un futuro serán nuestros “nuevos clásicos” nacionales, si es que alguien todavía no los considera como tal, no es para menos. Además de pasárselo en grande en el escenario, Carlos dejó claro que dará para mucho en el futuro en su faceta de frontman.
Gran noche para los amantes del rock y metal nacional, así como de los seguidores de sus vertientes más melódicas. Fue toda una clase magistral de una banda que ha trabajado lo indecible para poder vivir de la actividad musical y que seguro ha servido de motivación para los miembros de Dunkelmind. Hora y media de actuación que, teniendo en cuenta su trayectoria profesional, seguro que se irá ampliando en el futuro. Desde la redacción queremos destacar y aplaudir la gran labor de nuestros compañeros de Red Hard ´N´ Heavy y la promotora Sun On Concert, por haber trabajado contra viento y marea para poder sacar adelante estas grandes presentaciones, cuyo mérito permite disfrutar de la escena metalera y la mantiene más viva que nunca en nuestra cultura musical.
Setlist Dünedain:
0. Eón (intro) / 01. Legado / 02. Bola de Cristal / 03. Vuela / 04. Fiel a mi Libertad / 05. Noche de Sueños / 06. Hechizo / 07. Confía en el Amanecer / 08. 1000 Golpes / 09. Melancolía / 10. La Rosa Negra / 11. Vivir en Pecado / 12. Una Razón / 13. Mi Alma Sigue en Pie / 14. Tu Sueño / 15. Por los Siglos de los Siglos / 16. Corazón de Invierno
Crónica y fotos: Javi García
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