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Route Resurrection: Primer Asalto

chelsea grin-rr

El Route Resurrección 2017 arrancó el día 13 de febrero a las 19:30 de la tarde en la mítica sala Lemon de Madrid, con un público de lo más juvenil —en su mayor parte— donde un sonido muy limpio y luces atronadoras envolvieron la atmósfera metalcore, hubo crowd surfing y reinaron los wall of death.


Los primeros en abrir la puesta en escena fueron los australianos Void Of Vision, ataviados con el mismo conjunto de béisbol, camisa gris y las letras VOID estampadas en grande, cual banda sacada de “Los amos de la noche” (The Warriors, 1978).


Tocaron buena parte de su Children of Chrome (2016), aunque también rescataron otros como “Purge” y “Nightmare”, de su primer EP, Broken // Bones (2014). Coros al unísono, asistentes botando en el sitio y todos con el puño en alto. Un bolo corto pero de sonido y despliegue físico contundente. La sala todavía recibía a personas que iban llegando tras la primera media hora de actuación, pero el ambiente ya estaba caldeado.


En el setlist sonaron: // ☆ BLACKLIST ☆ CTRL FREAK ☆ NIGHTMARE ☆ IN BLACK & WHITE ☆ PURGE



Tras los cambios de rigor en el apartado técnico, suben al escenario Make Them Suffer, quienes toman el testigo de sus compatriotas australianos. La intensidad no disminuye, todo lo contrario, aumentan exponencialmente los Wall of death y headbanging.


La energía que derrocha “Fake” deja escuchar notas y melodías de teclado, junto a los gritos y saltos de Sean Harmanis contagiando a los presentes y sumado a la entrega de los demás componentes hacen el resto. Nick McLernon y Jaya Jeffery —guitarra y bajo— no dejaron de moverse por el escenario mientras blandían sus instrumentos e interactuaban con el público, muy bien respaldados desde la batería por Tim Madden.


Presentan temas de Neverbloom (2012), Old Souls (2015) y la canción más reciente, “Ether”, incluida en la reedición de su primer EP, Lord of Woe, que vio la luz en 2016. Es aquí y en “Let Me In” cuando los vocales van acompañados de la melódica voz de Booké Nile, a los teclados (sustituyendo a Louisa Burton en la presente gira), quien a pesar de no transmitir la misma energía y dinámica que sus compañeros permaneciendo anclada en su sintetizador, sí aporta y desprende la sensualidad y la elegancia que hacen que este deathcore sinfónico resulte tan llamativo, siendo un gran acierto su incorporación.


Todo el conjunto beneficiado por el buen sonido del que goza la sala Lemon que, musicalmente hablando, hacen que presenciemos una de las bandas de la velada. Aún sin más tiempo para disfrutarles —apenas media hora— son de lo mejor que se ha escuchado en su estilo.


Setlist: WIDOWER ☆ FAKE ☆ ELEGIES ☆ LET ME IN ☆ ETHER ☆ BLOOD MOON


Con la sala ya pletórica llega el turno de los franceses Betraying the Martyrs, la banda parisina popularmente conocida por su versión de “Let it Go”, tema principal de la película Frozen (2013), de Disney, que desgraciadamente no pudimos disfrutar esta vez aunque sí dejaron escuchar algunos acordes al teclado entre canciones, con buena reacción del público, quienes la reclamaron sin mayor suerte.

Comienzan con mucha más tralla que sus antecesores y la respuesta constante de la gente es prueba de ello. Son los más dinámicos sobre el escenario, desde los guturales de Aaron Matts, quien botella en mano bañaba de agua al público en repetidas ocasiones, hasta los air-synth de Victor Guillet, quien alzaba el teclado sobre su cabeza y lo tocaba de espaldas. Ambos combinan constantemente los roles al micro, ofreciendo un contraste de voces interesante. Del mismo modo que Baptiste Vigier y Valentin Hauser no paraban de ondear la melena a la guitarra y el bajo, respectivamente. Lucas D’angelo también aportaba los coros desde su guitarra, mientras Boris Le Gal remataba la contundencia de la banda con los graves desde el bombo y los platos.


Sonaron temas de su reciente The Resilent (2017), así como de Breathe in Life (2011), a partes iguales, para deleite de sus más acérrimos seguidores, a quienes pudieron recompensar con “When The World Ends”, de Phantom (2014).


Durante su actuación no cesan los cánticos de las letras, ni los circle pit alrededor de la columna central de la sala Lemon, “Man made disaster” es de las más ‘bailadas’, donde cantidad de público pos-adolescente se aventura en medio del pogo con patadas al aire y algunos Double Lariat (movimiento especial de Zangief en Street Fighter).


Matts aprovechó para amansar a las fieras ‘dividiendo las aguas’ subido en los altavoces, para crear una colisión humana tras una cuenta regresiva. La interacción con el público es tal que hasta cede el micro a la primera fila para presentar uno de los temas con mayor respuesta y con la siguiente entradilla “Fuck you, Donald Trump”, montándose así su propio “muro de la muerte” alrededor del pilar, petición textual de Victor Guillet, chapurreando castellano y reclamando la participación de los asistentes cara a los temas finales, bien recibido por el público gracias a la carisma de éste.


Antes de cerrar con “Life is precious”, Guillet aprovechó para lanzarse sobre la multitud y terminar haciendo crowd surfing (micro en mano) en la actuación más ovacionada. Fue además el propio Victor quien nos pidió muy amablemente que inmortalizásemos el momento con la foto finish (la única tomada sobre el escenario esa noche) como recuerdo de su paso por la capital española.


Setlist: LOST FOR WORDS ☆ MAN MADE DISASTER ☆ WIDE AWAKE ☆ TTHE GREAT DESILLUSION ☆ WHERE THE WORLDS ENDS ☆ LIBERATE ME EX IINFERIS ☆ BECAUSE OF YOU ☆ UNREGISTERED ☆ LIFE IS PRECIOUS


Betraying The Martyrs. Foto by Julitopc

Todos los grupos comenzaban y se sucedían con un horario muy medido, incluso con los cambios del escenario. Así aparecieron, con la puntualidad de un reloj suizo, Chelsea Grin.


Pablo Viveros es el primero en subir vistiendo la elástica del Real Madrid, ganándose a (la mayoría de) los presentes, quienes coreaban su nombre desde el inicio. Tras una fuerte introducción de la batería con unas luces tenues apuntando al mexicano, se incorpora el resto de la banda americana. Todos aportan mucha energía desde el comienzo, manteniendo la línea de las actuaciones previas. Aunque la contundente voz de Alex Koheler es la principal, da la impresión de que está para dar la cara con el micro ante los asistentes, mientras que es Pablo quien más peso lleva en los guturales, además de ser éste último el que más conecta con el público español, dada su lengua nativa.

Aquí no hay concesiones de ningún tipo, son los más cañeros de las cuatro bandas, tanto que el público se ve en buena parte agotado tras mantener la intensidad durante toda la noche. Las guitarras de Jake Harmond y Stephen Rustishauser contagian a los más cercanos que les imitan como si tocasen su propio solo, mientras que David Flinn, al bajo, conecta en todo momento con quienes lo rodean. Destaca la ausencia de Dan Jones, quien recientemente anunció en su perfil de Instagram que fue aceptado en la escuela de medicina, lo que muy probablemente marque el final de su andadura con los de Utah.


La gente responde a pesar de un breve letargo llegado el ecuador, quizá por el cansancio acumulado tras incontables moshing, no siendo hasta los temas finales cuando reaccionan de nuevo a petición de los artistas y los más atrevidos se suben al escenario para arrojarse a los brazos del gentío, aunque desapareciendo entre la marea y tocando fondo (besando el suelo) debido a la ausencia de brazos y falta de fuerza.


Tocan en su mayor parte Self Infected (2016), “Four Horsemen”, “American Dream” o “Scratching and Screaming” son de las que más fuerza transmiten, “Never, Forever”, en cambio es de las más agradecidas por sus seguidores, ofreciendo un respiro ante la atmósfera lúgubre impregnada desde su comienzo. También rescatan joyas como “My Damnation”, de su disco homónimo en 2011, “Playing with Fire”, del Ashes to Ashes (2014), o “Cheyne Stokes” y “Recreant”, del primer Desolation of Eden (2010), temas finales con los que pusieron el broche de oro antes de despedirse, dando la mano y atendiendo a selfies a cada uno de los que allí aguantaron hasta última hora poco antes de las 23:00 h.



Setlist: SKIN DEEP ☆ CLICKBAIT ☆ STRUNG OUT ☆ PLAYING WITH FIRE ☆ ANGELS SHALL SIN, DEMONS SHALL PRAY ☆ FOUR HORSEMEN ☆ AMERICAN DREAM ☆ THE FOOLISH ONE ☆ MY DAMNATION ☆ NEVER, FOREVER ☆ SCRATCHING AND SCREAMING ☆ BROKEN BONDS ☆ CHEYNE STOKES ☆ RECREANT


En definitiva, 3 horas y media de metalcore sin precedentes en la capital. Una noche para enmarcar traída de mano de la organización del Resurrection Fest, uno de los festivales patrios por excelencia y, como no podía ser de otra manera, manteniendo el listón por toda la ruta ibérica.


Texto y fotos: Julio Gómez


Route Resurrection volverá a Madrid con bandas de alto calibre y seguirá presente durante los meses de marzo y abril, pues así se vislumbraron los carteles luminosos de la sala. Las citas españolas serán las siguientes:

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