Lunes 13 de junio, servidor estaba eufórico porque el día anterior había sido su cumpleaños y uno de sus regalos fue una entrada para ver a uno de los dioses de la guitarra, Zakk Fucking Wylde. Desde luego la tarde prometía.
Pero antes de que apareciese el Vikingo de Wylde en el escenario subieron Jared James Nichols y sus acompañantes, que la verdad sea dicha sonaban bastante bien. Era un sonido muy americano, y entiéndase esto en el contexto de la típica road movie en la que hay alguna escena en un bar de carretera en algún punto perdido de Arizona, la banda que estuviese tocando bien podría ser ésta.
La función estuvo bien, aunque la única pega que le pondría es el escaso público que a esas horas había. No obstante logró arrastrarnos a cuantos ahí estábamos a cantar el estribillo de "Can you Feel it?" mientras nos dirigía a su antojo.
Al final del concierto, Jared se permitió el lujo de tomar prestada una de las guitarras de Wylde para acabar su actuación con una versión de "Norwegian Woods" de The Beatles.
Tras los de Wisconsin, y una espera que se hizo larga en exceso, aparecieron Zakk Wylde y los suyos sobre el escenario arrancando con "Sold My Soul", canción que alargó con un solo de guitarra y una buena demostración de habilidades como la de tocar el instrumento con los dientes o colocándoselo a la espalda, para delirio de los Berserkers que ahí nos concentramos. Y ya está, ésa fue la parte más dura del concierto, ese solo.
No estábamos viendo a Black Label Society, estábamos viendo a Wylde que había venido a presentar su Book of Shadows II. El sonido dejó bastante que desear, pasó un buen rato hasta que lograron hacer que sonaran bien, en algunos momentos había un chisporroteo molesto, y el culmen del despropósito acústico fue "Road Back Home".
Una vez solventado el problema acústico, vimos a un Wylde que ejecutaba unos solos infinitos, virtuosos e implacables. Incluso llegó al punto de bajarse del escenario a tocar cerca de la barra central de La Riviera una gran intro para "Throwin´It All Away".
Las mejores canciones del repertorio fueron sin duda "Between Heaven and Hell" y "Way Beyond Empty". Únicamente con escucharlas se perdonan los problemas técnicos del principio.
El momento absurdo de la noche lo protagonizamos el staff de la redacción que, con los acordes de "Dead As Yesterday" y a falta de mechero físico, lo encendimos digitalmente con sendas aplicaciones desde nuestros smartphones. El inexorable avance del progreso.
Dario Lorina cumple tanto desde el piano como en la guitarra rítmica o la acústica, desenvolviéndose en todos los roles que acompaña o intercambia con Wylde, quien se ubicaba en el piano o sacaba la armónica puntualmente de un bote pegado al micro. Jeff Fabb hace lo propio desde la batería, con canciones que exigían "poca caña", muy correcto durante el resto de la noche.
Como curiosidad, John 'JD' DeServio nos hizo un homenaje patrio al llevar la rojigualda en las cuerdas iluminadas de su bajo.
Ya hacia el final del concierto interpretó "The King" en solitario, el resto de la banda se retiró para dejar que se luciera por última vez, en esta ocasión tocando el piano.
La despedida de todos los miembros fue divertida, con un Wylde como maestro de ceremonias con mucho sentido del humor. En definitiva, asistimos a una fiesta en la que todos nos divertimos, y es que Zakk Wylde nunca te deja indiferente.
SETLIST
Sold My Soul
Autumn Changes
Tears Of December
Lay Me Down
Road Back Home
Yesterday´s Tears
Guitar Solo
Between Heaven and Hell
Darkest Hour
Guitar Solo
Throwin´It All Away
Dead As Yesterday
Eyes of Buden
Way Beyond Empty
The King
Lost Prayer
Sleeping Dogs
Crónica: Rafa García.
Fotos: Julio Gómez.
Galería completa en Flickr.