BLACK LABEL SOCIETY + MONOLORD Martes 13-mar-18. La Riviera, Madrid.
El pasado 13 de Marzo tuvo lugar un concierto muy especial para Concertrial. Volvíamos a La Riviera a escuchar a Zakk Wylde, pero en esta ocasión con los suyos de Black Label Society. El círculo se cerraba desde aquel 13 de junio, hace dos años, cuando fuimos a ver al titán de la guitarra que venía a presentar su Book of Shadows II (2016), acompañado por casi la totalidad de BLS. En esta ocasión era la formación al completo, con su estilo característico y originario.
En esta gira, como teloneros, les acompañaba Monolord, joven banda sueca con apenas 4 años de existencia. Comenzaron con un arranque pausado pero contundente en una sala aún poco concurrida. Según avanzaba el concierto se hacía cada vez más patente la razón por la que los de BLS eligieron esta banda para abrir sus bolos por Europa. La estética de Thomas V. Jäger recuerda a Tommy Iommi mezclada con el gran Lemmy Kilmister. Su sonido es contundente, lento, grave, con fuertes influencias de Black Sabbath y, en varias ocasiones aturdidor, aspecto que hizo que no desentonara demasiado el escaso contacto de los tres con el público que quedó reducido a un selfie con los espectadores. Sólo el bajista intentó en alguna ocasión conectar algo más con los allí presentes que, poco a poco, iban llenando la sala.
A pesar de la seriedad sueca, sobre las torres Orange de estética vintage se podían ver dos pequeños Dath Vader que daban un toque simpático y peculiar a una banda tan fría como su país de origen. Frío también se quedó el público tras las apenas 4 canciones que interpretaron. Eso sí, los temas fueron largos, lo que solo les permitió interpretar cuatro temas de su repertorio. El público más cercano al género se quedó con ganas de algo más, tanto en lo que a la relación grupo-espectador se refiere como al número de temas.
SETLIST 1. Where Death meets the Sea / 2. Lord of Suffering / 3. Rust / 4. Empress Rising
Tras una larga pausa, empezó a sonar un mashup de riffs clásicos del rock, el “Whole lotta love” de Led Zeppelin y “War pigs” de Black Sabbath. Mientras vibraba la música no se veía otra cosa más que el inmenso telón con el famoso logo de los californianos Black Label Society que, cuando finalmente cayó, dejó al descubierto a los cuatro, con Zakk Wylde sobre un monitor haciendo lo que ninguno sabe hacer como él, sacar todo el partido a las cuerdas de sus Wylde. Todos los miembros de la banda utilizan instrumentos de la marca del cabeza de la banda. ¿Qué mejor escaparate para hacer algo de publicidad? De hecho Zakk cambiaba constantemente de guitarra, incluyendo una de cuerpo Les Paul con la portada del disco que presentaban esa noche en Madrid.
Es llamativo que, a pesar de no dirigir una palabra al público en los primeros temas, se podía sentir un vínculo con el público brutal, especialmente porque, aunque se supone que la gira es de presentación de su último LP Grimmest Hits (2017), se apoyaron sobre todo en sus grandes éxitos, integrando en el repaso algunas de las nuevas canciones. Definitivamente, esta fue una de las razones por las que le costó tan poco conectar con un público incondicional que, a las 3 canciones, aún no había recibido ni una sola palabra del Vikingazo.
El sonido, no obstante, estaba excesivamente alto, hasta tal punto que llegaban a saturarse los amplificadores. No fue hasta casi la mitad del concierto que la situación cambió, cuando ya el público estaba tan entregado que nadie lo tuvo en cuenta. Como es natural en ellos, la voz cantante la llevaba siempre Zakk Wylde, pero en este caso cedió mayor protagonismo al resto de la banda dejando el escenario para que la atención se centrara en Dario Lorina (guitarra), la más reciente incorporación a la banda, y en John DeServio (bajo) que, especialmente al final lo dio todo con el público.
En palabras del propio Wylde, BLS es la Doom Crew, y se manifestó con “Suicide Messiah” cuando apareció un miembro del staff con un megáfono para entonar cada “…It´s just your suicide messiah…”. La relación casi familiar de la banda y su entorno quedó aún más patente cuando homenajeó por enésima vez a Dimebag Darrell con “In this river”, la primera canción que le dedicó en Mafia (2005). Con los primeros acordes del piano se desplegaron dos grandes banderas que ocultaron los amplificadores del escenario, con sendas imágenes del trágicamente asesinado Darrell. Antes de esta, Lorina ya había interpretado al piano “Bridge to cross” intentando demostrar su polivalencia y permitiendo a Wylde explayarse con la guitarra. Menos mal que el sonido del piano se recuperó para el homenaje, ya que con Lorina apenas se escuchó.
Tras el momento emotivo de la noche, comenzaron los primeros cañonazos del fin de fiesta. En sus 6 últimos temas hubo una escalada de riffs, solos de guitarra infinitos y el ya tradicional descenso de Wylde al centro de la pista donde se dio un baño de multitudes mientras sus colegas tiraban púas a las primeras filas de los espectadores. El concierto terminó en su punto álgido, cuando ya todos los asistentes habían experimentado todo lo que es Black Label Society, una experiencia sensorial, especialmente para el oído, aunque también en lo visual.
El espectáculo, cuya gira española fue posible gracias a la labor de Bring The Noise y el Route de Resurrection Fest, fue el perfecto aperitivo para el festival veraniego que se realiza en Viveiro, donde bandas como Megadeth, Kiss o Scorpions harán las delicias de los asistentes.
SETLIST 01. Genocide Junkies / 02. Funeral Bell / 03. Suffering Overdue / 04. Bleed for me / 05. Heart O’Darkness / 06. Suicide Messiah / 07. Tramples down bellow / 08. All That Once Shined / 09. Room of Nightmares / 10. Bridge To Cross / 11. In This River / 12. The Blessed Hellride / 13. A Love Unreal / 14. Fire It Up / 15. Concrete Jungle / 16. StillBorn.
Texto: Mar Rodríguez y Rafa García. Fotos: Rafa García. Álbum completo en Flickr.* *(Fotografías realizadas sin cámara dslr). Promotora: Bring The Noise, Resurrection Fest.