Piratas, apocalipsis y diversión

El cartel que elegimos este fin de semana y merecedor de toda nuestra confianza, lo configuraron tres bandas con diferentes estilos musicales, pero con el nexo común de sus estimulantes propuestas, donde la calidad de sus músicos y sus temas muy bien construidos estaban fuera de toda duda. Desde Alemania venían Crash Kidz, Crusade of Bards jugaban en casa, y Orion Child lo hacían desde Durango.

Orion Child + Crash Kidz + Crusade of Bards

Sábado 9 de noviembre, 2019. Sala Khitai, Madrid.

Lejos de los grandes focos de atención, existe una escena underground dentro del rock, que intenta abrirse paso entre la vorágine de la industria musical, y que no para de lanzar nuevos trabajos discográficos, saturando las salas con los conciertos de presentación, no ya solo los fines de semana, sino también a diario, y convirtiendo en un auténtico reto el hacerse hueco y despertar el interés entre los seguidores para acudir a su llamada.

Pero antes de entrar en materia, debemos hacer eco de la fiesta de presentación que hubo la tarde anterior en los bajos de Argüelles, concretamente en el pub Metal Fenrir, de temática power metalera y vikinga, que resultó muy apropiado para el evento. Además de promocionar el concierto, asistimos a la presentación del videoclip de Crusade of Bards "The Golden Vessel", así como a un acústico de Crash Kidz, que fue su primera toma de contacto con el público madrileño.

Y ya metidos de lleno en dicho acontecimiento, los encargados de abrir la noche fueron los germanos Crash Kidz, que venían a presentar su nuevo álbum 'F**king Crazy'. Muy bien repartidos actuando en primer lugar, porque su música que se mueve entre el hard y el heavy, con ramalazos punk, y junto con la actitud de su vocalista, Alex Such, que es pura dinamita y no para de moverse, le dieron un gran aire festivo a su show.

Comenzaron con "Big Bill" y, aunque el público todavía seguía entrando en la sala, enseguida consiguieron ganarse a los más madrugadores, pues tanto Alex, como el guitarrista Jochen "Juelly", el bajista Peter Adler, y el baterista Bastian "Basti" Samfass, salieron muy enchufados.

Temas como "Ride On", "Rumbullion" , o "F**king Crazy", hicieron saltar y cantar al público, especialmente cuando Alex bajó del escenario y se mezcló con las masas contagiando su buen rollo y, sobre todo, con el final y significativo "Hands Up!". Sin descubrirnos nada nuevo, supieron aprovechar muy bien sus minutos para captar nuevos seguidores y para dejarnos buenas vibraciones.

SETLIST:

Big Bill

Ride On

Hugs and Kisses

Three Wishes

Life is Beautiful

Rumbullion

F**king Crazy

Stop Now

Rock the Crowd

Hands Up!

Turno después para los vizcaínos Orion Child, a los que seguimos la pista desde hace tiempo, y que nos sorprendió que no cerraran el cartel, puesto que eran la formación con mayor bagaje discográfico y con más reconocimiento mediático. Venían con su magnífica tercera obra 'Continuum Fracture' bajo el brazo, uno de los discos de metal del año, sin ninguna duda, y deseábamos saber cómo iban a sonar esos trallazos en directo.

El combo, aunque con algunos problemillas técnicos al inicio, sonó muy bien empastado y de forma muy enérgica, con un solvente Víctor Hernández al frente, que alternó sus voces con las guturales del teclista Jon Koldo Tera "Jonkol" y del guitarrista Oier Calvo "Jones" (Incursed). Completaban la formación el guitarrista Santiago Herrera "Daedin" (Incursed, Vhäldemar), el bajista José Alberto Arriola y el baterista Jon Estankona.

Desde los primeros compases, con la atronadora "The Arrival Gate", nos dejaron muy claro su rol de ser la banda más potente y pesada del evento. Su power metal intenso y poderoso, lleva un recubrimiento de death metal melódico, que los emparenta con las nuevas tendencias dentro del metal y que los hace frescos y actuales, pudiendo mirar de frente a muchas bandas internacionales del género. Apenas nos dieron tregua, y cortes tan potentes como "Fallen Gods" con Víctor incitando al headbanging, o "Calibrated and Checked", fueron la antesala de un wall of death que se formó durante "Wrath of Obliti".

La descarga final llegó con un tema como "Invictus", de su anterior disco 'Into the Deepest Bane of Hope', donde los teclados de "Jonkol" adquirieron gran protagonismo, y otro trallazo de metal como el magnífico "Nuclear Horizons", de sugestivo y apocalíptico título, que clausuró una vibrante actuación, que se nos hizo muy corta, emplazándonos a repetir en cuanto los tengamos a tiro.

SETLIST:

The Arrival Gate

Fight Beyond the Bane

Faraway

Fallen Gods

Calibrated and Checked

Sons of the Sea

Wrath of Obliti

Invictus

Nuclear Horizons

Y llegó el turno para los locales Crusade of Bards, que previamente habían actuado en las ciudades alemanas de Frankfurt y Wertheim, y que sufrieron un cambio de backline con un tiempo mayor de lo deseado. Contaban con el hándicap de que su álbum debut, 'Tales the Bards & Beast', no había salido a la venta todavía y que —salvo los que asistimos el día anterior al Fenrir— el resto del público no había podido escuchar nada todavía. El disco salió unos días después a través de la compañía alemana Pride & Joy Music.

Aparecieron tras la intro misteriosa y teatral de "Remembering Quests", que dio paso a "Of Bards & Beast", en la que su vocalista Blanca "Captain Eleanor Tenebre" (ex Duendelirium), sufrió problemas con el micro que percibimos enseguida, pues a pesar de estar muy cerca de ella no oíamos nada.

Una vez subsanado este asunto, nos sumergimos en el universo de Crusade of Bards, donde las vestimentas de todos los integrantes se cuidan al máximo, con una estética próxima al steampunk, y un estilo que se encuadra dentro del metal sinfónico "pirata", como a ellos les gusta autodefinirse, que nos transporta a la época donde los corsarios de altamar campaban a sus anchas. La tripulación estaba formada por las voces operísticas de Blanca, la guitarra de Adrián "The Time Knitter" Carrero, el bajo de Lara "Percia" Garrido, el keytar de Paolo "The Bard" Andreotti (Sechem), y la batería de Jorge "You" Homobono. Sólo echamos en falta la presencia de la violinista Mary "Deep" Red.

A partir de "The Rise of the Kraken", se incorporó el vocalista Eduardo Guilló "Low Edd Silver" (Sun of the Dying), que aportó las voces guturales, con esa caracterización de malvado de película, y su ojo de cristal que no podíamos quitarnos de encima. Su tema más intenso y cañero "An Ocean Between Us: Chapter Twelve", dio paso después a la desgarradora balada "Ulysses' Cry", que se llevó el protagonismo de Blanca y Eduardo.

La música de Crusade of Bards, basada en la fusión de grandes orquestaciones con instrumentos tradicionales y riff pesados, prosiguió con temas como "Pirates of the Night" o la versión de "Sail", de Awolnation, que popularizaron los también americanos Devildriver, donde aunaban los cantares y las batallas de los lobos del mar. Con "And So the Bards Sang", Paolo invitó a todos los asistentes a sentarse en el suelo, mientras que él junto a Eduardo lo hacían al pie del escenario, emulando los relatos de un bardo al calor de una hoguera.

Tras las melodías pegadizas de "The Golde Vessel", que contó con la ayuda de Andrea Carrero a las voces (lugar que ocupó Lady Ani, de Last Days of Eden, en el disco), nos encaminamos a la lucha final con "Gunpowder", donde se narra la batalla entre un barco pirata y otro vikingo, sumándose Crash Kidz (nuevamente en el escenario) y el público a los coros, al grito de "Powder, Powder, Fighting, Fighting", resultando un adrenalítico fin de fiesta, que sirvió para despedir a los bardos como se merecían.

Aunque la banda tiene que pulir algunos detalles en directo, un mayor rodaje y experiencia les debe llevar a seguir subiendo peldaños, para que sigan contándonos historias y relatos de las aventuras y las luchas de filibusteros. Para finalizar, no queremos olvidarnos del gran trabajo de Tomás Quilez, al frente de On Fire, para posibilitar el desarrollo de todo el evento con tres interesantes bandas en este heterogéneo cartel.