Canallas: un regreso deseado

Los seguidores tenían ganas de Canallas y Canallas tenía ganas de escenario, así que con estas dos premisas, se preparó todo para el reencuentro en una noche cargada de nostalgia, jolgorio y buenas vibraciones.

Canallas

Sábado 2 de noviembre, 2019. Sala Mon Live, Madrid.

Tras dieciséis años en la nevera, los madrileños volvían a la actualidad y la noticia fue muy bien recibida por los que hemos vivido alguno de sus conciertos previos o hemos cantado sus canciones, auténticos himnos revolucionarios. Para una noche tan especial, Canallas iba a contar con la misma formación que se despidió en la sala Caracol aquel 30 de Noviembre de 2012 (aunque por las muestras de cariño y por peticiones, hicieron algún bolo más por distintas provincias en los meses posteriores). Incluso el técnico de escenario y la road manager iban a ser los mismos.

Aunque su primer concierto de vuelta fue en el Veranillo Festival de Cáceres, a finales de Septiembre, éste iba a ser el primero en casa y lo habían preparado a conciencia. A las 21:30 horas, y tras la intro sonora que el reputado Henry Mancini compusiera para la película de La Pantera Rosa (1963), salían los músicos a la palestra. Con su inconfundible vocalista al frente, Michel Molinera (Stafas), flanqueado a su izquierda por guitarra Ernesto Guilmain (ex Pocho K), a su derecha por el bajista Pedro Díaz "Peri" (José Andrea y Uróboros) y el otro guitarrista Santi Garvi "El abuelo" (ex The Locos), completando la formación el batería Josico.

"Protesta" fue la encargada de reactivar su actividad en la capital, ante una exaltada concurrencia, que no paró de corear ni de cantar en cada canción, creando un clima festivo y especial. Con "Aprovecho la presente" y "A mí me gusta así", el público seguía enchufado, bailando, cantado y formando pogos los más animados de las primeras filas. Parejas maduritas, algunas acompañadas de sus hijos, volvían a tiempos pretéritos recordando sus sensaciones, con canciones como "Vámonos", "El color" o "No nos van a parar", haciéndolas suyas y dejando miradas de complicidad.

El primero de los invitados en aparecer fue Luter (ex Los Reconoces), para interpretar "Dame el hocico", una canción muy poco habitual en sus bolos y que fue muy bien recibida. Pusieron un poco de calma en su set con "Poco a poco", de su disco Algún problema? (1998) y con el inicio de "Contigo y sin ti" de '13 ...Y pa tí la rima' (1999), subiendo poco después las revoluciones. En "Apártate" apareció Fernando Ponce de forma inesperada y, cuando se dio cuenta de que se había colado de tema, volvió de nuevo a su sitio para esperar turno. Michel se mostró muy en su línea, irónico, socarrón y muy comunicativo con el público, mientras que el resto de la banda estuvieron muy volcados e implicados en dar lo mejor de sí mismo, y eso se notó durante todo el show.

La siguiente invitada en aparecer fue la vocalista de Casa de Fieras, Natalia Martín, que personalizó muy bien "Si me quieres escribir", primero de los temas que iban a rescatar de aquel disco llamado ¡Nunca más! (2000), en el que recogieron canciones del bando republicano durante la guerra civil española. Versionaron al emérito rockero carabanchelero, Rosendo, con "Hasta de perfíl", que fue muy ovacionada, y nos recordaron a ritmo punk, las pegas y cortapisas que los alcaldes del PP madrileño han puesto al ocio nocturno de la capital con "No nos valen". Se la dedicaron a Manzano, a la vez que se coreó entre los asistentes el mote del actual mandatario municipal.

Tras "Dale acción" y su introductorio riff purpeliano, ahora sí era el turno de Fernando y de su flauta travesera que, con un fragmento del concierto de Aranjuez de Joaquín Rodrigo, nos preparó para uno de los cantos revolucionarios que iban a sonar esta noche como "Si hay que okupar", siguiendo con el himno antifascista de libertad y resistencia "Bella Ciao", que fue una canción popular italiana, adoptada por los partisanos en la segunda guerra mundial, para luchar contras las fuerzas de ocupación nazi.

Los versos de Federico García Lorca transformados en canción con "La Tarara", con Ernesto a las voces, junto a "Cervecita fría" y "Que nos quiten lo bailao", corte que daba título a su último disco grabado, desataban la locura en la sala. Un pequeño solo de batería daba paso a los bises con "¿Dime por qué"?, para volver otra vez Fernando, esta vez con la gaita para el "Himno de Riego", que cantaba la columna volante del teniente coronel Rafael del Riego, tras la insurrección de éste contra el Rey de España, Fernando VII, y que fue el himno nacional durante la segunda república.

Antes de poner punto y final con "El cura", Michel presentó a toda la banda, incluyendo además a "buhito", su técnico de escenario y a su road manager, María Beltrán, terminando con "Eso es todo amigos", el saludo de Porky (con el que se cerraban los episodios de dibujos animados de Looney Tunes), de la factoría Warner Bros.

Dos horas de concierto con un ritmo trepidante, nos sirven para calificar la actuación de Canallas con muy buena nota, a pesar de algunos pequeños fallos, a la espera de que tengan continuidad con un nuevo álbum y con un número suficiente de actuaciones para que no se arrepientan de su regreso.