Los Barones + Las Madres
Sábado 19 de octubre, 2019. Sala But, Madrid.
Resulta muy gratificante para una formación veterana y para sus seguidores, comprobar que hace poco menos de un año los daban por enterrados, y que a día de hoy son capaces de llenar casi al completo un recinto para mil personas, poniendo la sala But patas arribas y con nuevos retos por delante. ¿Y qué ha ocurrido para este resurgimiento tan significativo?
En primer lugar el cambio de marca, que se produce al estar a punto de caducar el nombre de Los Barones, que hace más de veinte años tenían registrado José Luis Campuzano, su mujer Carolina Cortés (parte fundamental en las líricas de Barón Rojo), y Hermes Calabria.
La marca Los Barones estaba aparcada, y se trataba de una mera coincidencia el anuncio de volver a la escena con una nueva denominación de origen, para interpretar las canciones más emblemáticas del Barón con la voz original, su bajo y su batería, con la noticia de la gira de despedida de la otra parte, que son los que tienen los derechos del nombre de Barón Rojo. Si a esto unimos el trabajar con un equipo de profesionales en labores de managment y promoción, tenemos como resultado final que Los Barones han conseguido un mayor poder de convocatoria por parte de los seguidores de Barón Rojo, que cuando actuaban como Sherpa, aun siendo los mismos integrantes.
La noche la iba a abrir Las Madres, grupo de rock madrileño que se presentaba en formato acústico, con una versión reducida de sus miembros, en esta ocasión con Amon Ra Peña, a las voces, y Manu Van Dam, a la guitarra. El bajista Ángel Suarez y el baterista Pablo Díaz de Rada que completan el cuarteto no salieron en esta ocasión, aunque se encontraban en la sala.
Su participación formaba parte de "Alternativas en Concierto", un ciclo de actuaciones donde un artista consagrado ofrece la oportunidad a un artista emergente de darse a conocer entre su público, que les impuso actuar en este formato.
Apoyando esta loable causa, tenemos que decir que su propuesta, que en eléctrico ya hemos visto varias veces y que funciona muy bien, quedó un tanto deslucida y no llegó a conectar con el público salvo en algún momento puntual, como cuando Amon Ra animó a cantar al público "Te jodes", canción contestataria y de denuncia social como el resto de su repertorio. Completaron su reducido set con canciones como "Zarpados", "2 de Mayo", "En tu honor", "Esconder" o "Quemar el mundo", elegida para despedirse.
Actualmente están presentando su tercer disco 'El caballo del malo' (2019), por distintas salas, y desde aquí los recomendamos encarecidamente.
A las 20:45 y tras las imágenes en la pantalla del fokker rojo que pilotó Manfred Albrecht Freiherr Von Richthofen, acompañado de una introducción con un fragmento de "Mars, the Bringer of War", perteneciente a la suite de 'Los planetas' de Gustav Holst, que hemos visto varias veces impecablemente interpretada por la orquesta de guitarras eléctricas Sinfonity, salían los cuatro barones fuertemente aclamados.
Teníamos ante nosotros a la base rítmica de Barón Rojo, encabezada por un exultante y divertido José Luis Campuzano "Sherpa", al bajo y las voces, y un eficaz y solvente Hermes Calabria a la batería, que aportaban la experiencia, junto a dos figuras emergentes y muy bien encaminadas, como son los guitarristas Marcelo Calabria (hijo de Hermes), que ya acumula dos discos en solitario como "Valdés", y Sergio Rivas, que está a punto de lanzar su primer trabajo en solitario y que demuestra su buen hacer en Sinfonity.
La elección del repertorio, junto a su ejecución y la comunión con sus seguidores, rozó la excelencia, creando un ambiente único con el que todo el mudo salió muy satisfecho de la sala But. Salir con "El malo", algo más ralentizada que la original y "Barón Rojo", su canción emblemática, nos daba una idea de cómo iba a estar el listón.
Con "Vive hoy", el primer tema que la banda ha compuesto como Los Barones —con letra de Carolina Cortés, y que nos avanzaron hace unos meses en forma de videoclip—, nos deja muy claro su forma de encarar el proyecto, con grandes dosis de optimismo y con ganas de mirar hacia delante, dejando los malos rollos del pasado.
Para "Son como hormigas", una canción que (desgraciadamente) no ha perdido vigencia, contaron como invitado con el saxo de Pablo Castaño, enriqueciendo y dando mayor consistencia a esta denuncia social. La pegada de Hermes nos anunciaba la llegada de "Breakthoven", el homenaje que ofrecieron al compositor alemán y a su música, que encajaría hoy en día con el sonido del heavy metal.
Los seguidores de Barón Rojo íbamos a disfrutar muy especialmente con la parte del show que venía a continuación, donde se iban a repescar canciones que no habían tenido mucha repercusión en sus directos.
A la fantástica "No ver, no hablar, no oír", de aquel 'En un lugar de la marcha' (1985), con algunos arreglos nuevos en su parte central, le sucedían la maravillosa "Tierra de nadie" que daba título a su quinto disco en estudio —y que, personalmente, me parece una de las mejores composiciones de toda la carrera de Barón Rojo—. Contó con la participación del teclista Alexis Hernández, lugar que ocupó Miguel Ángel Collado en la grabación del disco.
Nos enfrentamos después a "Por vez primera", la única canción de amor que compusieran, para proseguir con el extraordinario "Mil años luz", del minusvalorado '¡No va más!' (1988), o "Paraíso terrenal", una sátira sobre los que quieren entrar en Estados Unidos, al que añadieron unos acordes de su himno nacional, completando este bloque con otra sobresaliente composición como "Se escapa el tiempo", en la que Sergio tuvo algunos problemas con la guitarra.
Lo que vendría a continuación iba a ser una catarsis colectiva, con una sala totalmente entregada ante el aluvión de himnos que iban a ir cayendo y que, para los que vivimos su época de gestación, tiene unas connotaciones muy especiales y significativas que nos acompañarán para siempre. Se atrevieron incluso "Con Botas sucias" su "cariñoso" recuerdo a CBS, que nos presentaba Sherpa “este bajista del inserso que os quiere mucho”, o el ovacionado "Larga vida al rock and roll", temas de Carlos y Armando, que salieron muy airosos del envite.
La instrumental "El Barón vuela sobre Inglaterra" —en este caso sobre Madrid— dio paso a una de las más coreadas de la noche, como fue la reivindicativa "Campo de concentración", que apareció en el indispensable directo de 1984 'Barón al rojo vivo', y del que siempre nos quedaremos con ganas de ver su dvd completo y misteriosamente desaparecido.
Sherpa dejó paso a Sergio, diciendo “os tiene algo que decir”, donde tuvo su momento de lucimiento personal con su sólo de guitarra acompañado del teclista, y en el que incluyó la Obertura de la Opera 'Guillermo Tell' de Rossini, que permitió recargar las pilas al resto de componentes. Volvieron de forma pletórica con una inmensa balada como "Siempre estás allí", la oda la guitarra como "Cuerdas de acero" cantando Sherpa, Sergio y Marcelo una parte cada uno y juntándose en el estribillo, además del sentido homenaje a los grandes caídos del rock como "Concierto para ellos" contando de nuevo con Alexis. Me gustaría destacar la gran labor de Sergio y Marcelo a las guitarras, muy compenetrados y participativos, además de jugar un gran papel apoyando a Sherpa con los coros.
La guinda la pusieron con las tres piezas maestras que nos dejaron para los bises y Sherpa diciendo, en tono jocoso, que volvían porque les dábamos pena. La otra grandiosa balada era "Hijos de Caín", con Alexis también, además de su tema por excelencia como el enérgico y rotundo "Resistiré", que comenzó con Sherpa imitando la voz del Dúo Dinámico y un fragmento de su tema homónimo. Concluyeron, tras dos horas y cuarto de actuación, con la adictiva "Los rockeros van al infierno", y una sala que les despidió con grandes ovaciones tras la foto de rigor.
Sherpa y Hermes nos mostraron que están en plena forma y con ganas de seguir dando guerra hasta que el cuerpo aguante, ahora veremos si son capaces de ofrecernos nuevas canciones, que creo que Los Barones y sus seguidores se merecen. En una época tan convulsa socialmente como la que vivimos, y en la que se apela al diálogo y al entendimiento, que lección nos darían a todos estrechando la mano y despidiéndose juntos los cuatro Barones originales. ¿No os parece?
Setlist:
El malo
Barón Rojo
Vive hoy
Son como hormigas
Breakthoven
No ver, no hablar, no ir
Tierra de nadie
Por vez primera
Mil años luz
Paraíso terrenal
Se escapa el tiempo
Con botas sucias
El barón vuela sobre Madrid
Campo de concentración
Solo de Sergio
Siempre estás allí
Cuerdas de acero
Concierto para ellos
Larga vida al rock and roll
Hijos de Caín
Resistiré
Los rockeros van al infierno
Texto y fotos: José Luis Martín.
Organiza: RockNRock. Promoción: Laballo Comunicación, La noche en vivo.
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