La banda que fundara el flautista Diego Palacio en 2017, da un paso en firme en este segundo trabajo, tras el primero instrumental 'The Druid's Awaiting', invitando a unirse a la vocalista Xana Lavey (nombre artístico de Raquel Eugenio, que ya tenía un canal de youtube con más de 130.000 suscriptores) adquiriendo un gran protagonismo, y apostando por canciones dentro del Folk Metal, donde las melodías, las líricas y los coros están muy bien engranados, creando composiciones con gran poder de seducción y con mucho gancho.
Algunos lo denominan en tono despectivo como comerciales, y sin embargo es lo que pretende un grupo cuando compone, llegar al mayor público posible, aunque sin renunciar a su estilo y a la música por la que han apostado. La sólida formación la completan el guitarrista Javi Javat, el bajista Javi Aiur, el violinista Txus Borao y el baterista David Landeroin.
Como ocurre también con Débler, la banda está producida por Txus di Fellatio de Mago de Oz, y junto al sonido del violín o de la flauta, es un recurso fácil decir que suenan como ellos, pero creo que hay matices que hay que diferenciar. En primer lugar la voz de Xana, que otorga a las canciones una dulzura y sensibilidad que nos puede acercar en momentos a los sonidos más pop, pero que no llega a empalagar, por el trasfondo de folk y Metal, además de la energía que imprimen las instrumentaciones. Hay un mayor sinfonismo en sus composiciones, donde también tienen cabida instrumentos como la gaita y el sonido del whistle.
Cortes como la pegadiza "Tu Hechizo" y la adictiva "Niamh" —que lleva más de medio millón de visualizaciones en YouTube en menos de cuatro meses—, que cuenta con la gaita irlandesa de Antón Dávila (Celtas Cortos), son las canciones que tienen un mayor tirón y que están destinadas a formar parte de los grandes éxitos de la banda en un futuro.
Tras la intro instrumental "La llegada del druida", apoyada en los coros donde colabora Adrián del Sol (Arendel), "La musa del bosque" es el tema que abre el disco. Es una canción más cercana al power metal que al folk, donde asoman su lado más enérgico y visceral.
"Mirada de fuego", es quizás el tema más almibarado, aunque seguro que en directo ganará enteros y los coros del público le darán un mayor atractivo. En "El sueño de Deirdre", una canción con un gran crescendo final, cuentan con la colaboración del vocalista de Débler Rubén Kelsen, junto a la de Michalina Malisz, de la banda favorita de Diego como son los suizos Eluveitie, que se encarga de la zanfona. La canción que más evoca el sonido de Mago de Oz es la que da título al disco "En tierra de hadas", y en parte la colaboración de Patricia Tapia, es responsable de ello.
Para completar un disco que entra a la primera, muy variado instrumentalmente hablando, lleno de canciones muy bien construidas y de gran riqueza lírica, no podía faltar la balada como es "El mar sabe tu nombre", donde Xana se encuentra como pez en el agua, reforzada por los teclados de un magnífico Javier Díaz (Mägo de Oz, Arwen). Ahora toca refrendar en directo la consistencia de estas composiciones y comprobar cómo las defienden sobre las tablas.
El disco ha sido mezclado y masterizado por Alberto Seara (productor de Mägo de Oz) en los estudios Cube de Madrid. El diseño de portada corre a cargo del ilustrador brasileño Gustavo Sazes (portadista de Kamelot, Amaranthe o Avalanch, entre otros) y la fotografía para el libreto, realizada por Nat Enemede.
‘En Tierra de Hadas’ (2019, Maldito Records).
Valoración: 4/5