Regresion: Terra Ignis

La formación catalana vuelve al estudio tras su anterior trabajo, Prisioneros (2015), para presentarnos este Terra Ignis, quinto álbum de la banda, autoproducido y con alguna colaboración sorpresa. Editado por Rock CD Records y grabado en los estudios Rock Explosion en Hospitalet de Llobregad (Barcelona). Masterizado en los Rocklab Studios de Haro (La Rioja) a cargo de Dan Diez, guitarrista de Red Wine. Toni Sánchez se encarga de la grabación y arreglos, así como la mayoría de composiciones de las letras junto a David Pérez, quien a su vez es el responsable del diseño del libreto.

Tras realizar una serie de directos por la península acompañando a grandes bandas del panorama nacional como son Zenobia y Guadaña, durante la gira “Alma de Fuego Fest” —donde incluso adelantaron alguno de los nuevos temas—, Regresion lanzaron su nuevo trabajo en junio de 2017, manteniendo la línea del heavy metal clásico al que nos tienen acostumbrados con nuevas y poderosas composiciones que harán las delicias en sus próximos conciertos.

Con sonidos de naturaleza y fauna comienza "Gritos en la oscuridad". Tormenta, rugidos de bestias y lobos aullando con violines de película de terror de fondo dan paso a un punteo de guitarra in crescendo que rompe con redobles de batería y aborda agudos en los estribillos. Heavy metal clásico. La sigue "Puño de hierro", canción homenaje al “dios del rock’n’roll”, Lemmy Kilmister: comienza jugando con los riffs de guitarra repitiéndose como si fuera un bucle hasta que llega la letra, macarra y autoritaria donde se reflejan frases y multitud de referencias (españolizadas) hacia Lemmy con Mötorhead, desde el título hasta auto definiciones como “orgasmatrón”. Tiene los vocales más gamberros y es la única canción con estribillos acompañados por las voces de todos los integrantes lanzando ese “Vamos, grita!” al unísono entre estrofas y que no cesa hasta el final. El solo lo protagoniza en este caso Víctor de Andrés, guitarrista de Zenobia, sin dejar que decaiga el ritmo hasta su último tercio donde unos leves punteos terminan estallando en una locura de cuerdas antes de volver al estribillo.

Video Lyric de "Puño de hierro":

"Quién soy yo" (sin el puto R N R), está concebida como un himno a los fieles del gremio musical, de estribillo muy pegadizo y letra fácilmente recordable, de la que se te pega para tararear y cantarla. Quizá la más destacable del álbum por su pegadiza melodía y letra, pensada sobre todo para ser coreada en los directos de la banda. A continuación, como si se reprodujera un disco al revés, voces susurrando en tono satánico son el preludio de "Señores del invierno", el tema más crudo y pesado del disco. La batería toma protagonismo conduciendo las estrofas de letra y cuerdas, a su vez contiene un gran solo de guitarra antes de dar paso al estribillo que no deja de repetirse desde la mitad hasta el final de la canción, compensando la carencia de letra con pesados riffs.

Llega uno de los cortes más logrados del disco: "La balada de Trafalgar", que comienza con unas melodías de guitarra y el ritmo llevado a través de la batería hasta romper con la entrada de la letra. Cual poema de Espronceda, relata el histórico combate entre navíos ingleses y franco-españoles frente a las costas de Los Caños de Meca, en el siglo XIX. Los cánticos del estribillo serán los coros del público para hacerlo partícipe en su versión en directo. Se pueden escuchar cañonazos de buques de guerra entre las estrofas, poniéndonos en la situación de un acontecimiento bélico, incluso durante el impresionante solo de guitarra y en el final del tema. De lo mejorcito que hemos escuchado hasta el momento.

"Volví a Ganar" nos habla de las dificultades que se nos cruza en el día a día cotidiano con una estética más tristona y desacelerada que el resto. La batería incrementa exponencialmente durante los acordes de guitarra hasta llegar al solo, que es lo mejor de la canción pese a ser la más floja de todo el disco.

Llega un tema instrumental, "Apocalipsis": tambores y guitarras que introducen la canción homónima del disco, dando la sensación de prepararnos para un acontecimiento o ritual en el que no se avecina nada bueno. "Terra Ignis" es el corte más largo del álbum, superando los 5 minutos. También el de comienzo más pesado, sonando distorsiones de cuerda entre chasquidos de metales marcando el tempo. La letra nos relata la devastación de la naturaleza a través de erupciones volcánicas y el cataclismo del mundo tal y como lo hemos ido construyendo (o destruyendo), comparándolo con el traslado del infierno a la Tierra para expiar los pecados de la humanidad. Goza del solo más largo de todos con casi minuto y medio de guitarra eléctrica antes de un cese repentino con toques sinfónicos a golpe de orquesta y violines. El estribillo se repite hasta el final como viene siendo costumbre el esquema de la mayoría de canciones del disco.

Estamos ante un disco, a priori, muy corto, ya que 7 canciones (más una instrumental) nos puede parecer escaso durante apenas media hora rellenada con composiciones largas en su inicio-ecuador-cierre, pero proporcionándonos a su vez una grata diversión con temas como “Puño de Hierro”, “Quién soy yo” o la impresionante “La Batalla de Trafalgar”. El quinto álbum de los catalanes puede resultar un tanto descafeinado en cuanto a contenido respecto a trabajos anteriores, donde alcanzaban los 10 canciones, incluyendo alguna intro y temas mucho más extensos que el más largo de este Terra Ignis, más cercano a un EP en comparación con lo que viene a ser hoy en día “lo normal” para un Long Play. Quizá uno o dos bonus tracks nos habrían terminado de saciar.

No obstante, el disco goza de buenas composiciones y sin duda más de una será incluida en futuros repertorios y directos, pues tienen calidad para esto y mucho más.